POSESIÓN DE ALCALDES

 

La democracia es un sistema de gobierno, aceptados por muchos millones de personas pero no es el único, ni en el tiempo ni en el espacio. En este momento hay otros sistemas con los cuales se rigen muchos pueblos así como, a través de los milenios, han sido otros los sistemas predominantes.

 

La democracia tiene sus rituales, entre ellos el de la posesión de los funcionarios, de cierto rango, elegidos por la mayoría de votantes, en unas jornadas de intenso ajetreo electoral.

 

El 25 de octubre de 2015 se llevaron a cabo, en Colombia, las elecciones de alcaldes, concejales, gobernadores y diputados a las asambleas, cargos que empezaban a ejercer a partir del 1 de enero de 2016, por el lapso de 4 años.

 

Las posesiones cuentan con distintos ceremoniales de acuerdo con la mentalidad de los posesionados y las cortes que se forman a su alrededor.

 

El 27 de diciembre de 2015, a las 2 de la tarde, se llevó a cabo la posesión del alcalde del municipio de San José de Caldas, y, como en muchas otras localidades, la ceremonia se llevó a cabo en el templo parroquial de la localidad.

 

Otros lo harían en el recinto del concejo, en una tribuna veintijuliera, en un tablado popular, en una comunidad deprimida, bajo un árbol, ante una multitud o con solo dos testigos.

 

Hubo misa por el éxito del que se posesionaría, una bella presentadora, un juez que leyó el acta y tomó el juramento, dos dirigentes políticos que le impusieron la banda de alcalde y un aplomado discurso de posesión en el que el señor Norbey Ospina Castaño, trazó los lineamientos de su mandato.

 

 

Como en todo el país, esta posesión de alcaldes ha hecho renacer la esperanza en muchos que no se han sumergido, todavía, en la desilusión de aquellos que perdieron la fe en la democracia.

 

Octavio Hernández Jiménez