NUEVE NOCHES EN UN AMANECER

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“NUEVE NOCHES EN UN AMANECER”

 

CARTA CON ANEXO

 

Ministerio de Educación Nacional

INSTITUTO CARO Y CUERVO

Apartado aéreo 51502

 Bogotá

 

Santafé de Bogotá, D.C., 10 de agosto de 2000

 

Señor Don

LUIS FERNANDO ESCOBAR VELÁSQUEZ

Director

Centro Editorial

Universidad de Caldas

Manizales (Caldas)

 

Apreciado Señor Director:

De acuerdo con su solicitud del 19 de enero del año en curso, tengo el gusto de enviar a Usted el concepto que ha emitido el Profesor Diógenes Fajardo Valenzuela sobre el texto “Nueve Noches en un Amanecer” del Profesor Octavio Hernández Jiménez.

 

Sin otro particular y con mis mejores votos por el éxito en todas sus actividades, me es grato suscribirme de Usted muy cordialmente, atento servidor y amigo,

 

IGNACIO CHAVES CUEVAS (firmado)

Director

 

Anexo: Lo anunciado.

 

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LO ANUNCIADO

 

Universidad de Caldas

Título de la obra: Nueve Noches en un Amanecer

Autor: Octavio Hernández Jiménez

Nombre del evaluador: Profesor Diógenes Fajardo Valenzuela

Dirección: Trans. 22 Nº 108-95 Bogotá.

Teléfono: 619-4520

 

Calidad del contenido:

Bueno.

 

Comentario:

El trabajo presentado por el profesor Hernández pretende, a partir de algunas experiencias personales, rescatar y valorar la rica tradición oral cuyo entramado refleja una profunda cultura del Viejo Caldas.

 

Originalidad y aporte de la publicación:

Tal como lo expresara el poeta Pedro Salinas respecto al autor de las Coplas a la Muerte del Maestre de Santiago Rodrigo Manrique, su padre, la originalidad aquí se encuentra en el hecho de saber recoger una tradición. En este caso de la tradición oral caldense, el mayor aporte consiste en tratar de eternizar lo efímero de la palabra hablada por medio de la escritura, sin despojarla de su dinamismo creador.

 

Concepto acerca del estilo de la obra:

El texto presentado se destaca por el cuidado en el uso del lenguaje. Es una prosa limpia, ágil, que nunca quiere acercarse a la afectación.

 

Contribución a la docencia, la investigación y la cultura general:

El trabajo del profesor Hernández llama la atención sobre el tesoro de las palabras de los mayores que permitieron crear el imaginario social del pueblo caldense. El mismo autor señala que su trabajo prometeico es el de robar estas palabras al olvido. Y, al mismo tiempo, abrir nuevas posibilidades para el estudio de esta tradición oral desde otras perspectivas.

 

Tipo de obra: Libro científico, texto, manual, cartilla, otro:

Otro. El texto propuesto no se encasilla tan fácilmente dado su carácter de ensayo-creación-recopilación.

 

Título que Usted sugiere para la obra:

El título propuesto por el autor me parece el acertado porque poéticamente deja entrever su contenido.

 

Para qué tipo de público considera apropiada y de interés esta obra:

Me parece que es un texto para un público en general. Quiero decir que no emplea un metalenguaje que lo limite a un público con una formación teórica previa.

 

Ámbito de circulación:

Me parece que pudiera ser muy útil en programas académicos de humanidades, particularmente en literatura y antropología.

 

De acuerdo con el contenido de la obra, considera que ésta puede tener un mercado:

Amplio. De 1.000 a 2.000 ejemplares al año.

 

Conclusiones:

En definitiva, considero que el manuscrito presentado a consideración es interesante por el objeto mismo de estudio, así como por la forma en que está redactado. Recomiendo su publicación sin restricción alguna.

 

DIÓGENES FAJARDO VALENZUELA (firmado)

 

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EVALUACIÓN DEL TEXTO

 

Profesor

LUIS HORACIO GALLEGO

Director Departamento de Lenguas y Literatura

 

Ref. Evaluación del texto Nueve Noches en un Amanecer.

 

El profesor Octavio Hernández Jiménez, profesor titular y actual Decano de la Facultad de Artes y Humanidades, entrega listo para la edición un interesante libro, fruto de sus investigaciones y reflexiones sociolingüísticas, pero que va más allá del mero resultado académico, toda vez que el producto aparece dotado de una elevada dosis de pericia narrativa y tono poético. El autor ya es conocido en nuestro medio por obras de temática similar que se inscriben, como ésta, dentro de la Línea de Investigación “Memoria Cultural del Gran Caldas”.

 

Hernández Jiménez llama a su texto “ensayo-cuento” y si bien el mismo posee las características de ambos géneros por su disposición expresiva que alterna el relato y la reflexión en los predios del lenguaje, considero que, sin entrar en polémicas, pues el nombre es lo de menos, se trata de una crónica de los recuerdos que fija sobre el episodio concreto de unos niños que son cautivados por el verbo y la capacidad inventiva de sus mayores para recuperar del pasado lejano e inmediato, aquellos dichos, adivinanzas, consejas, leyendas, coplas, historias y costumbres que traídas al presente se constituyen en delicias para los infantes receptores.

 

“Nueve Noches en un Amanecer” es, en efecto, un cuento en el sentido original del término, cuando se construye sobre los hilvanes o cuentas de episodios que van unos tras de otros en una sola unidad. No posee, desde luego, la especificidad del cuento moderno en su tensión y brevedad que oculta un segundo argumento o el efecto “iceberg” del que hablaba E. Hemingway. Pero, aún así, es cuento en su contexto telúrico desde el mismo momento en que tiene como motor principal la captura del interés y el sostenimiento de la emoción de sus personajes infantiles.

 

Las canciones, las adivinanzas, los mitos y leyendas vuelven a los corredores de nuestros pueblos de ancestro antioqueño, con la impronta de las sagas, los romances y la poesía popular de España. En este sentido, son oportunas las observaciones del autor al correlacionar estos productos del gracejo y la imaginación populares, con sus antecedentes, por ejemplo, de los romances que servían a los juglares para informar a sus coterráneos de jirones de historia y costumbres.

 

También hay que resaltar el análisis que hace de cada uno de los textos, desde su impacto sonoro hasta el sentido de las imágenes retóricas que contienen. El lector del libro tiene la oportunidad de comprender el por qué este tipo de acervo cultural pegaba en el inconsciente colectivo y era (y es) transmitido de generación en generación, hasta llegar de lo oral a lo escrito, como una forma de garantizarlo en el tiempo.

 

Este tipo de discursos tiene actualmente un mercado garantizado, pues, lo regional empieza a llamar de manera especial la atención de lectores expertos y novatos que desean escudriñar las parcelas olvidadas de la sabiduría popular. Es un poco la descentralización del conocimiento que ataca al logos imperante. Es un volvernos más sobre nosotros mismos, antes que insistir en desbordamientos exógenos cuando la universalidad no tiene por qué, indispensablemente, estar en territorios lejanos.

 

El libro está distribuido por capítulos, marcados cada uno por una noche del novenario de la abuela, e ilustrado por dibujos de Carlos Augusto Buriticá que recogen el espíritu de la palabra del autor en imágenes de sensibilidad infantil. Los detalles de la edición futura son cuidados, desde las letras capitales y su transfondo hasta las partituras de las canciones que hace Héctor Fabio Torres. En su conjunto, un texto orgánico de literatura infantil que puede ser leído por adultos quienes recuperarán momentos claves de su infancia y por niños que podrán aliviar en parte la avalancha de fetiches cibernéticos que alimentan su presente que nadie sabe qué clase de nostalgia les podrá despertar el amanecer del tercer milenio.

 

Aspiro a ver el libro del profesor Octavio Hernández Jiménez convertido en la realidad de una bella edición, tal como lo anuncia el proyecto.

  

Cordial saludo,

 

ROBERTO VÉLEZ CORREA  (firmado)

Profesor auxiliar

 

Vº Bº  Luis Horacio Gallego (firmado).