INDUSTRIA Y COMPETITIVIDAD EN EL EJE CAFETERO

 

Octavio Hernández Jiménez

 

         A finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI, el Eje Cafetero seguía creciendo pero no al ritmo de otras regiones del país. El café echó para atrás y los hidrocarburos, que no producían los departamentos de Caldas, Risaralda y Quindío, pero sí otras regiones, para adelante. Esto dio como resultado que el Producto Interno Bruto (PIB) del Eje Cafetero se rezagara. Ya los ricos del paseo no eran los departamentos cafeteros como hacía 50 años sino Arauca, Meta,  Cesar, Huila, Guajira. Crecían Bogotá y Cundinamarca, a nivel industrial, más que las demás regiones. El PIB nacional, en el año 2011, fue de 6,6 % mientras que el de Caldas fue de 3,7%. Aunque Caldas, entre los tres del Eje, fue el departamento más industrializado, para 2012, el de mayor comercio fue Risaralda y luego Caldas. En los tres departamentos, las capitales concentraban la mayor parte del PIB y los pueblos quedaron relegados, con algunas variables. En Caldas, Manizales concentraba el 50 % de la riqueza; La Dorada, el 6%; Chinchiná, el 6%; Villamaría, el 5 %; Riosucio, el 4%; Anserma, el 3%. En Risaralda, Pereira concentraba el 58 % de la riqueza; Dosquebradas, el 19%; Santa Rosa de Cabal, el 6%; La Virginia, el 3% y Balboa, el 3%. En Quindío, Armenia concentraba el 56%; Calarcá, el 13%; La Tebaida, el 7 %; Circasia, el 5%; Quimbaya, el 5%. En la capital de Caldas, la riqueza estaba menos concentrada que en Pereira y Armenia.

 

         En el año 2012, entre las mil más grandes empresas del país, 17 estaban ubicadas en el departamento de Risaralda, 14 en Caldas y 3 en Quindío. En Caldas estaban las siguientes: Casa Lúker (puesto 184), Mabe Colombia (puesto 189), Central Hidroeléctrica de Caldas (puesto196), Cooperativa Nacional Cafetera (puesto 197), Efigás Natural (326), Manisol (377), Siderúrgica de Caldas (387), Cooperativa de Café Nacional (525), Súper de Alimentos (532), Confamiliares (612), Compañía Cafetera La Meseta (659), Colombit (699), Arme (900) y Comercializadora Mercaldas (949) (La Patria, 20 de mayo de 2013, p.2b). Mientras haya más dinamismo en el sector industrial, habrá más empleo, más capacidad de compra y mayor solvencia económica. 

 

         Después de debates que duraron más de un quinquenio frenados por Estados Unidos como estrategias electorales de política interna, se firmó, el 15 de mayo de 2012, el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos. El país del norte exportó un 20 por ciento más hacia Colombia, mientras que este país aumentó sus exportaciones a los gringos en un 8 por ciento. Entre mayo de 2012 y marzo de 2013, las exportaciones colombianas a Estados Unidos pasaron de 22.594 millones de dólares a 21.575 millones; un 4,5% menos. Las importaciones provenientes de Estados Unidos crecieron de 13.279 millones de dólares a 15.904 millones, un 19,7% más. Pero como todo depende del cristal con que se mire, según la oficina del gobierno había motivos para alegrarse porque “775 empresas se animaron, por primera vez, a llegar con bienes manufacturados made in Colombia, al mercado estadounidense y agregar a la canasta exportadora 187 nuevos productos” (La Patria, 15 de mayo de 2013, p.3a).

 

         Las importaciones que hizo Colombia de solla gringa crecieron más del 400 por ciento, en el primer año del Tratado;  las importaciones de productos lácteos crecieron más de un 200 por ciento y las importaciones de alimentos procesados crecieron más del 100 por ciento. Las importaciones de arroz y pollo del norte lograron que el precio el arroz y el pollo colombiano cayeran en un 30 por ciento.  Se suponía que crecerían, en forma destacada,  las importaciones provenientes de Estados Unidos, de maquinaria indispensable para la modernización de la infraestructura y el crecimiento de la industria colombiana, pero no fue así. De los 187 nuevos productos que se exportaron, 16 correspondían al Gran Caldas: 10 a Risaralda, 4 a Quindío y 2 a Caldas. Se trataba de una pírrica victoria sin suficientes motivos para enarbolar banderas.

 

          La industria caldense, en 2014, permaneció estática, en su crecimiento porcentual, con relación a la lista anterior correspondiente a 2013. La Superintendencia Nacional de Sociedades dio a conocer el informe según el cual, Caldas contaba con 34 empresas, en la lista de las 2.000 empresas que más vendieron en el 2014, el departamento de Risaralda aparecía con 31 en ese listado y el Quindío contaba con 8. Entre mil, Caldas tenía 14; Risaralda, entre mil tuvo 17 y entre dos mil tenía 31 y, el Quindío, en 2013, tenía 3 y en 2014 tuvo 8. 

         

          Las empresas caldenses mejor posicionadas, en 2014,  a nivel nacional fueron: Casa Lúker (puesto 147), Gensa (Gestión Energética – puesto 191), Chec (205), Mabe Colombia (neveras – puesto 218),  Temium (antes Acasa – 384), Manisol (Bata – 386), Cooperativa Nacional Cafetera (406), Compañía Cafetera La Meseta (416), Efigás Gas Natural (432), Confa (Caja de Compensación de Caldas – 638),  Súper de Alimentos (641), Tablemac (660), Colombit (662), Cooperativa de Caficultores de Manizales (804), Arme (808), Comercializadora Mercaldas (946), Sumatec (1.006), Jabonería Hada (1.085), Susuerte (chance – 1.224), Compañía Nacional de Café (1.227), Armotor (1.237), Celema (1.392), Stepan Colombia (1.528),  Gyplac (materiales de construcción – 1.530), Metaloc (1.543), Productos Químicos Andinos (1.570), Riduco (1.606), Bellota Colombia (1.681), Construcciones CFC (1.698), Manilit y Toptec (1.742), Casa Restrepo (1824), Aguas de Manizales (1.837) Progel (Productora de Gelatina - 1887), Constructora Berlín (1904) (La Patria, 25 de mayo de 2015, p.12).

 

          En el año 2016, 11 empresas caldenses, del sector metalmecánico, lograron aumentar su productividad en un 15%. Superaron las expectativas en un año en el que el crecimiento de la economía colombiana fue de las más bajas de Latinoamérica pues mientras Bolivia, Perú, Ecuador, Costa Rica y otros países subieron un 5, 6 y 7%, la economía colombiana solo subió un 2 por ciento. Las empresas caldenses que subieron un 15% en su productividad fueron: Aluminios de Occidente, Básculas Prometálicos, Sicolsa, Básculas y Suministros, Refrigeración Manizales, Rejiplás, Sistelán, Su Línea de Producción, TMI Mecánica Industrial, TVR y VR Mideros. Esto mostraba que la metalmecánica era una de las mayores fortalezas de la industria caldense.

 

          A mediados de octubre de 2018 se inauguró el II Encuentro del sector marítimo y fluvial, con la presencia de empresarios astilleros de Colombia. Estuvieron presentes 200 empresarios que buscaban posicionar a Manizales como proveedor de piezas para la industria astillera. La presidenta de la Cámara de Comercio de Manizales, Lina María Ramírez comentó que “Después del café, la metalmecánica es lo más desarrollado en la ciudad pues pasamos de tener 3.000 a 7.500 empleos directos e estas empresas. Esto significa que el sector tiene mucha perspectiva de crecimiento” (El Tiempo, 18 de octubre de 2018, p.3.3). Empresas como Solo Caucho produce materiales para la Armada Nacional. Induma, por su parte, desarrolla puertas para buques. Tales como ellas, otras industrias locales trabajan en este clúster en busca de mejorar la competencia del sector de cara al Tratado de Libre Comercia con Corea (Ibid, p.3.3).

 

         El 22 de noviembre de 2018, el periódico El Tiempo (pág. 1.8), tituló: “Caldas le quitó el tercer puesto a Santander en competitividad”, de acuerdo con el estudio realizado  por el Consejo Privado de Competitividad (CPC), y la Universidad del Rosario. Los primeros puestos quedaron en este orden: 1- Bogotá (8,24 sobre 10); 2- Antioquia (6,78); 3- Caldas (6,16); 4- Santander (5,97); 5- Risaralda (5,89); 6- Valle del Cauca (5,85); 7- Cundinamarca (5,80); 8- Atlántico (5,76); 9- Boyacá (5,36); 10- Quindío (5,07). Por sexto año consecutivo, Bogotá ocupó el primer lugar seguido de Antioquia. Los departamentos menos competitivos fueron Chocó y La Guajira. En el 2016, Caldas había ocupado el tercer lugar, lo perdió en el 2017, puesto que ocupó Santander y, en 2018, Caldas volvió a recuperar ese tercer y honroso lugar. “Caldas tiene el mejor desempeño en el factor de eficiencia, en el cual es segundo con un puntaje de 6,95.  En el factor sofisticación e innovación, el departamento es sexto y obtiene una puntuación de 5,20. El desempeño más bajo lo registra en el pilar de condiciones básicas,  en el cual ocupa el lugar 10, con un puntaje de 5,64” (Ibid.).  

 

          Para Caldas y Manizales, la temporada final de 2018 fue como si las encuestadoras se hubieran dedicado a repartirles aguinaldos. Sobresalían en casi todo. Al día siguiente de la anterior encuesta, El Tiempo, primer diario de Colombia, publicó los resultados de otra encuesta sobre Prosperidad Social (IPS), con 46 indicadores elegidos por la Fundación Social Colombia (Fundación Corona, Red Cómo Vamos, Social  Progress Imperative, Fundación Avina y Deloitte), agrupados en tres conjuntos: necesidades humanas básicas (NHB), fundamentos de bienestar (FB) y oportunidades ((OP). Una advertencia importante fue hacer ver que, “durante el siglo XX, se creyó que el crecimiento económico (medido a través del producto interno bruto per cápita) generaba progreso, como una consecuencia natural. Pero algunas veces no existe una relación entre los progresos económicos y sociales. Por eso se hace necesario medir directamente el progreso social” (Felipe Motoa Franco, 23 de noviembre de 2018, p.1.8). Manizales ocupó, en el consolidado del año 2017, como en el 2016, el podio en cuanto a índice de Progreso Social que mide a 13 ciudades capitales de Colombia. El puntaje obtenido por Manizales fue de 65,8 (la única que accedió al nivel medio alto). En segundo lugar, quedó Medellín (63,0), Bucaramanga (62,7) y Bogotá (61). En cuanto a necesidades humanas básicas (NHB),  el primer puesto correspondió a Manizales (82,0) seguida de Bogotá (80,6) y Medellín (80,4). En este renglón se incluyen nutrición y asistencia médica básica; agua y saneamiento; vivienda y seguridad personal. En cuanto a fundamentos de bienestar (FB), el podio quedó de la siguiente manera: 1- Bucaramanga (54,2), Manizales (50,9) y Bogotá (50,7). En cuanto a oportunidades, Manizales vuelve a quedar en primer lugar (64,7), Medellín (58,2) y Bucaramanga (57,7) (Ibid.) En este punto se midieron aspectos como derechos humanos, libertad personal, libre elección, tolerancia, inclusión y acceso a la educación superior.

 

 

<< Regresar