LUZ ENTRE TINIEBLAS 

 

Octavio Hernández Jiménez 

 

Después de 6 meses se volvieron a escuchar los gritos de la gente, en casas y apartamentos, como si asistieran, por televisión, a una hipotética final de fútbol entre Colombia y Brasil. Esto ocurrió el viernes 25 de septiembre de 2020, cuando jugaban en el estadio Palogrande de Manizales, sin público en las graderías, el Once Caldas con el Atlético Nacional. Los alaridos se justificaban. El marcador final fue Once Caldas 2- Atlético Nacional 0. Se trataba de la décima jornada de la Liga BetPlay. El Once Caldas quedó comandando la tabla de posiciones: Once Caldas (18 puntos), Deportivo Pasto (17), Tolima (16), Santa Fe (16)…El Once Caldas fue más sólido, más veloz, más eficaz. Lástima que, con posterioridad, anunciaran que el Once Caldas contaba con 3 contagiados de covid-19, en sus filas. 

 

Lo peor llegó después del partido en el Estadio Palogrande. En el sector de El Cable se apiñaron los hinchas de los dos equipos a realizar su zafarrancho inaugural después de la cuarentena. El periódico de casa dedicó parte de su Editorial a comentar ese suceso: “Durante el partido del Once Caldas con Atlético Nacional, Manizales vivió una situación de caos. Las aglomeraciones en El Cable, la mayoría protagonizadas por barras de los equipos, llevaron a que se prendieran las alarmas alrededor de ejecutar una tarea más eficiente que garantice que no se repitan estas situaciones” (La Patria, 1 de octubre de 2020, p.7).  Aposta, cuando lo más crítico de la pandemia, en Colombia, en esa temporada, se estaba viviendo en el Eje Cafetero.  

 

Al mes de estar en cuarentena por el coronavirus, se disparó la venta de bicicletas pues en ese vehículo se puede alcanzar cierta libertad, se hace deporte, se logra un alto grado de distanciamiento social, es saludable, provoca el bienestar y, de esta forma, se limita el contagio del coronavirus. Desde mayo se reactivó la compra y la venta de bicicletas, en Colombia. Una de las mayores vendedoras de bicicletas comentó: “En los meses de junio, julio y agosto, nos quedamos sin bicicletas. En este momento, el problema es a nivel mundial, No hay accesorios, partes de bicicletas y las fábricas no dan abasto. Se venden por igual de montaña y ruta. En octubre debe llegar otro pedido. Tenemos alrededor de 80 personas esperando para comprar” (David Muñoz, 26 de septiembre de 2020, p.18).  

 

Pero no todo era deporte. Con motivo de la pandemia se creó el programa Acelera Región con capítulos en más de diez ciudades colombianas. Manizales estaba entre ellas y 35 empresas caldenses fueron seleccionadas entre 1.651, para recibir ayuda en los procesos de consolidación y crecimiento. En alianza con la Cámara de Comercio, las directivas de dichas empresas recibieron entrenamiento en liderazgo, estrategias comerciales, márketing digital, modelo de negocios y alistamiento financiero. Luego, vendrá la selección de 10 empresas, entre las 35, a las que acompañarán con un plan de crecimiento a 12 meses hasta conectarlas con aliados locales y nacionales que también apuesten al crecimiento. Las cámaras de comercio de Manizales y Cali se han aliado para llevar adelante el emprendimiento de esas empresas. 

 

Las 35 empresas seleccionadas para el anterior proyecto debían tener modelos innovadores de negocios, con potencial de escalar y visión global. Debían tener, además, ventas entre 5 y 400 millones de pesos en el último año y  menos de 5 años de operaciones en el mercado (Miguel O. Alguero, 26 de septiembre de 2020, p.17). Entre las seleccionadas había empresas de Manizales, Villa María, Chinchiná, Anserma, Riosucio, La Dorada… 

 

La organización juvenil caldense Poleka Kasue estableció una alianza con otras agrupaciones y fundaciones para adecuar un terreno, a 4.000 mil metros de altura, para levantar un vivero de frailejones, en el sector de El Arbolito, frente al Volcán Nevado del Ruiz. 19 voluntarios pusieron manos a la obra, el 19 de septiembre. Unos cargaron guadua, otros nivelaron el terreno y de esta comunidad de voluntades salió adelante la siembra de 500 frailejones. El director de Poleka Kasue comentó: “Buscamos generar conciencia y ser pioneros en el país sobre el cuidado y la conservación de los ecosistemas del páramo” (Margaret Sánchez, 4 de octubre de 2020, p.4). Esto demuestra que los jóvenes sirven mucho más que para quejarse. 

 

Por su parte, desde el año 2017, un grupo de paneleros de Supía (Caldas), por medio del Centro de Caldas Bekdau, contaba con la certificación para conformar una asociación que sembraría 100 hectáreas de caña orgánica; al mismo tiempo, construyó dos plantas de producción de panela o trapiches certificados. 48 paneleros se certificaron, entre los que hay indígenas, campesinos y afros. 100 familias beneficiadas. Hasta septiembre de 2020 llevaban 50 mil kilos de caña pulverizada exportada a Alemania y Australia. Los paneleros colombianos no interrumpieron la producción a pesar de la pandemia. Por el contrario, entre enero y julio de 2020, las exportaciones de panela crecieron en un 29,6% con relación al primer semestre de 2019. Están exportando panela a Estados Unidos, España, Italia, Holanda, Chile, Alemania y Australia (Miguel O. Alguero, 29 de septiembre de 2020, p.10).  

 

Aunque no sea una noticia para lanzar cohetes al aire, si vale la pena mencionar que mientras en julio de 2020 se registraron 18,2 millones de personas ocupadas legalmente, en Colombia, en agosto fueron 19,5 millones, para un incremento de 1,3 millones. En cuanto a los desocupados, en julio se habían reportado 4,5 millones y en agosto, 4,0 millones. Íbamos saliendo adelante, a pasos de ciempiés.  

 

Se anuncia que de las 15 instituciones educativas cuyos edificios estaban rezagados en el departamento de Caldas debido al prolongado incumplimiento de los constructores, se reanudarían 3: los colegios de Neira, San José y Filadelfia, a cargo del Fondo de Financiamiento de Infraestructura Educativa (FFIE). Los demás se reanudarán en el 2021. Llevan 2 años retrasados por complicaciones con el anterior constructor portugués Mota Engil (Laura Sánchez, 16 de octubre de 2020, p.10). 

 

Después de seis meses de cuarentena, el gobierno departamental dio a conocer el Plan de Desarrollo (2020,2023), para los 27 municipios de Caldas. De acuerdo con el Dane, el departamento contaba con 309 mil 680 familias pero 91.790 carecían de viviendas adecuadas. 19.729 familias no tenían casa y 72.061 tenían problemas de calidad estructural, servicios públicos o de espacio. 

 

El plan de la Gobernación es el de construir 2 mil viviendas en este período y mejorar otras 2 mil. En cuanto a dinero, fijaron estas inversiones para los 4 años en los que el arquitecto Luis Carlos Velásquez ejercerá de gobernador de Caldas. 7 mil 846 millones (2020). 7 mil 892 millones (2021). 8 mil 139 millones (2022). 8 mil 404 millones (2023). El gobernador apostó por empezar por una serie de bloqueras en Salamina, Viterbo, Pácora y Pensilvania y un plan de 170 viviendas por autoconstrucción en 12 municipios de Caldas. (Juan Carlos Layton y Miguel Alguero, 11 de octubre de 2020, p.6).  

 

Entre la ciudadanía caldense se manifestó cierto escepticismo pues estábamos en octubre, faltaban dos meses y medio para concluir el 2020, en medio de la pandemia, y de las 2 mil viviendas no se habían construido sino 30. De las 2 mil viviendas para arreglar solo se habían mejorado 250.  

 

Ese plan se complicaba para muchos pues varios alcaldes ya contaban con anuncios, desde sus campañas, en el 2019, en los que veían más ventajas que en los proyectos del gobierno departamental. El alcalde de San José, en el Bajo Occidente de Caldas se pronunció: “Preferimos gestionar un proyecto directamente con el Gobierno nacional de 115 viviendas, accediendo a las ayudas de Mi Casa Ya. Por eso, sacaremos adelante otros planes que pueden costar la mitad, por los lados de $25 millones a 26 millones”. Mientras tanto, el pacoreño añade: “El Concejo autorizó un préstamo por $1.000 millones ante Inficaldas para 100 casas. La proyección para los próximos tres años es tener entre 30 y 40 viviendas prefabricadas para la zona rural, al igual que el mejoramiento de viviendas (Ibid.). 

 

Las declaraciones del Ministro de Salud trajeron un respiro a los colombianos a pesar de que, en el Eje Cafetero, estábamos ad portas del pico de la pandemia. “Colombia alcanzó el pico, tanto en el número de casos como en el número de fallecidos. En la última semana de julio y a partir de esa semana, hemos venido bajando de manera consistente. Una subida que fue relativamente acelerada, pero  la bajada ha sido menos pronunciada y hemos observado un estancamiento que se ha ido dando durante las últimas tres o cuatro semanas” Óscar V. Mejía, 15 de octubre de 2020, p.5).  

 

Eso de que el Ministro de Salud se atreviera a decir que “Colombia alcanzó el pico, tanto en el número de casos como en el número de fallecidos” tenía un cariz de esperanza. Desde el mes de marzo de 2020 hasta principios de octubre, al Eje Cafetero no lo mencionaban en los informes diarios sobre la pandemia pues había otras localidades  como Leticia, Barranquilla, Cartagena, Cali, Villavicencio, Medellín, Montería, Pasto, Cúcuta y siempre Bogotá, de donde brotaban esos informes macabros. Debido a los picos tan escabrosos por los que transitaban otros departamentos, Caldas, Risaralda y Quindío eran como si no existieran para los medios de comunicación. Y nosotros calladitos, con los ojos abiertos ante las tragedias ajenas, con miedo de que el covid-19 nos viera agazapados, nos infectara y nos arrastrara a la fosa.