CENTRO CULTURAL SALMONA, MANIZALES

 

Octavio Hernández Jiménez

 

Rogelio Salmona es el arquitecto colombiano que, después de muerto, en octubre de 2007, sigue construyendo edificios. En vida levantó la Casa de Huéspedes Ilustres y la casa de García Márquez, en Cartagena; la sede de la Fundación para la Educación Superior (FES), en Cali; el Museo Quimbaya en Armenia; la Biblioteca Virgilio Barco así como las Torres del Parque, la Vicepresidencia de la República, el Archivo General de la República, el Museo de Arte Moderno y el edificio de Posgrados de la Universidad Nacional, en la capital del país. Su esposa y el grupo de profesionales que trabajó bajo su dirección emprendieron la construcción del anhelado, por muchos, Centro Cultural  en la Universidad de Caldas, en Manizales, teniendo como base los planos que el Maestro diseñó antes de su muerte.

 

Recuerdo que esa propuesta, a modo del sueño de un sonámbulo, se la solté al señor Rector de la Universidad de Caldas,  de noche, en la sala en donde se velaba el cadáver de un profesor del programa de Música, mientras conversábamos sobre la estrechez del Palacio de Bellas Artes para ofrecer las aulas necesarias a tres programas académicos, fuera de los talleres y, a la vez, exhibir con dignidad las obras de su rica pinacoteca de arte que permanecían expuestas a la humedad de un pequeño cuarto.

 

Luego, como el cóndor, la idea fue tomando vuelo en otras instancias, con mil dificultades pero ya, durante el pasado Festival de la Imagen, en junio de 2017, las actuales directivas de la Universidad tuvieron la satisfacción de abrir las puertas del bautizado Centro Cultural Salmona. Allí  se llevaron a cabo varias exposiciones de diseño y los visitantes disfrutamos de ese edificio que es una síntesis orgánica, un repaso inmediato de las características de la obra de uno de los más admirados arquitectos colombianos del siglo XX.

 

Después de apreciar la mayor parte de sus obras, no vi muchas novedades en la obra post mortem de Salmona. Al mirar a un lado del vestíbulo central se veía el arco que  utilizó, por ejemplo, en el edificio de Posgrados, en Bogotá. Al volver la vista, detrás del arco, se observaban rampas, formas típicas de usar el ladrillo, de acuerdo con su colorido, características en otras obras como el complejo habitacional Nueva Santa Fe o el Archivo General de la Nación. En casi todas las construcciones que proyectó y dirigió, en vida, utilizó el ladrillo a la vista y los ventanales con funciones estéticas. Lo único que no se ve, en la tercera parte del proyecto de la Universidad de Caldas ya en uso, es el agua que fluye por atarjeas y estanques, en los espacios no solo exteriores sino interiores.

 

 

La sola maqueta del Centro Cultural Salmona es una escultura moderna. Como si estuviésemos contemplando una mole de Eduardo Ramírez Villamizar o Édgar Negret. Al fin y al cabo, los tres artistas hicieron juntos el camino de la vida. En ellos, el paisaje hizo parte de la obra.