JAIME RAMÍREZ ROJAS
Augusto León R. Y hablaste así con inspirado acento, como solo lo podías hacer tú y lo merecía Jaime. Ustedes, más que amigos y paisanos, parecían hermanos. Cuando unos amantes de las letras organizaron el homenaje que se le tributaría, el día del Idioma, en el Banco de la República, asistí porque bien nos merecíamos la deferencia de reencontrarnos con Jaime y contigo que, según los organizadores, serías el oferente del acto. Como en una escena del Quijote, y ese era su día, todo se vino al suelo. La situación de Jaime ya apuntaba al desenlace fatal. Yo le dije a él, en el whatsap que le envié por esos días: En el campo abierto de la cultura hay muchas semillas más por esparcir fuera de las que has plantado. Pero Jaime ya no respondía, teniendo como tuvo las palabras como juguetes encantados. Una vida plenamente vivida. Juana de Ibarbourou describe una situación similar a la nuestra con estos versos: "Ahí tienes, amigo, hecho porción quieta de polvo liviano, a aquel pino inmenso que nos dio su sombra fresca y movediza, durante el verano". Y concluye su poema con esta advertencia impostergable: "Yo, que soy tan pequeño, ¡Qué montón tan chiquito de polvo seré cuando muera!". Octavio Hernández J.
VITERBO CDS Y SU SEMANA MAYOR
En el papel de Jesús, Julián Díaz J., es todo un señor actor. La caracterización es convincente. El dominio del personaje, sus actitudes, sus palabras, los ademanes solemnes con las manos, los pasajes emotivos, las escenas trágicas, dramáticas, enérgicas o pausadas, los grupos que conforman esculturas vivientes, se complementan con el vestuario, el maquillaje, la fotografía, el sonido y la música adecuada. Jesús y María, además de varios personajes secundarios, logran transmitir convicción y seguridad en sus actuaciones. El grupo de fariseos reviven los sentimientos de odio, envidia y frustración que no faltan en la vida social. Las escenas de los milagros, de la cena y sobre todo de la crucifixión, muerte, descendimiento , sepultura y resurrección de Jesús, provocan el éxtasis en muchos espectadores. La semana santa en vivo de Viterbo (Caldas), es mucho más que un acto ritual. Es una de las mejores obras de teatro público que se pueden ver representadas, en el Eje Cafetero, no solo en el aspecto religioso sino artístico. La dirección de la obra, estuvo, por 10 años, bajo la responsabilidad de Julián Díaz y quien, en 2025, hizo el papel de Jesús; Cristina Jiménez que lleva varios años en el papel de María, la madre de Cristo ; Mariana Asís, comunicadora social y, en esta ocasión, asesora de dirección, la logística y la escenografía son dignas de aplauso y de ser perpetuadas en la historia regional. La semana santa de Viterbo, en abril de 2025, mereció la admiración del publico y, en el futuro, el apoyo de las entidades administrativas y de otros organismos pues equivale a darle vida a quienes, con ingentes esfuerzos, educan y consolidan la idiosincrasia caldense.
Octavio Hernández Jiménez
CRISTO DE LOS FUNDADORES
Octavio Hernández J.
El conocido "Cristo de los fundadores" llegó a San José, en 1914, en la misión organizada por el párroco de Belalcázar. Ante él tuvieron lugar los primeros bautismos, primeras comuniones y matrimonios masivos de los primeros colonos y los primeros niños nacidos en San José Caldas. El Cristo de los fundadores estuvo ubicado en el altar central del templo hasta 1955 cuando se bendijo el altar con el baldaquino y el Cristo de V. Bartolini, escultor italiano llegado a Medellín, en la Segunda Guerra Mundial. El Cristo de Bartolini es una joya del arte sagrado en el Gran Caldas.
El Cristo de los fundadores recorrió la calle real del pueblo, en las sucesivas procesión del santo sepulcro. El cofre de madera, con estilo gótico, tiene diseño del arquitecto Álvaro Carvajal, autor también de la arquitectura del templo actual, en la parte que tiene en madera. El Cristo de los fundadores y el cofre son preciosas relíquias que merecen ser conservadas, conocidas y veneradas, en el primer Centenario de fundación de la parroquia (1925 2025).
EL PINTOR RUBÉN D. OCAMPO
Cada pueblo, en cada época, cuento con ciertas personas que, por la calidad de su trabajo, ayudan a ese conglomerado a progresar y a conta con una fisonomía que los caracteriza entre los demás pueblos de la región. Igual sucede con los países, en las artes, las ciencias, la industria y los deportes.
Rubén Darío Ocampo, conocido como Guayos o Guayitos, es un pintor de San José Caldas que empezó a hacer pinitos como artista a comienzos del siglo XXI. Recuerdo cuando, en el 2007, conseguí a Mario Arcila como maestro de obra para restaurar mi casa, diagonal al templo, trabajo por el que quedé muy satisfecho, y, en ese entonces le traje a Rubén Darío, un lienzo limpio y varios óleos y pinceles. Con ese material pintó el frontis del templo y, en primer plano, a su abuelo Manuel Villada (El Ñato), en el toldo de la carnicería que sacaba a la plaza, primero los domingos y después los sábados; detrás del templo, pintó unos nubarrones que presagian lluvia. Para muchos, fue el primer cuadro del joven pintor.
Después se volvió experto en caligrafía de avisos comerciales hasta incursionar en el mundo de los murales. Murales exteriores como el de carrera tercera, antes de subir la cuesta que lleva a la biblioteca pública. En ese mural gigantesco predomina la fauna silvestre de San José, en su hábitat.
A comienzos de 2025, decoró un gastrobar, en la calle real, junto a los billares Mi Viejo. La flora está representada en una rama con el café maduro y un manojo de multicolores hojas de la región. La fauna vive en el inquieto colibrí o tominejo y una mariposa transparente. En la pared externa de la panadería de la esquina, evocó al ave simbólica de San José, la 'eufonía saturata', con el pico abierto y la garganta amarilla.
Rubén Darío llega a ocupar el puesto que, por 50 años, ocupó Alcides Arenas, el pintor costumbrista que decoró, con sus pinturas folclóricas, corredores de casas campesinas, cantinas, cafés y oficinas públicas. Muchas personas, al partir del pueblo, llevaban en su equipaje algún paisaje que exaltaba los atardeceres de San José Caldas, con el templo, las casas del sector histórico, La Cruz y el Tatamá.
Rubén Darío Ocampo se ocupa de la realidad del pueblo visto con ojos y técnicas pictóricas más modernas comparadas con las del siglo pasado que utilizó Alcides Arenas. Los dos artistas enorgullecen a los sanjoseños que sienten palpitar a su patria chica en las obras esmeradas de sus hijos. Octavio Hernández Jiménez.
OCTAVIO HERNÁNDEZ JIMÉNEZ
(San José de Caldas, 1944), bachiller del Colegio Santo Tomás de Aquino de Apía (1962) y luego profesor del mismo centro educativo. Profesor de la Universidad de Cundinamarca (1974-1975). Profesor Titular y Profesor Distinguido de la Universidad de Caldas, en Manizales (1976-2001). Primer decano de la Facultad de Artes y Humanidades (1996-1999) y Vicerrector Académico (E.) de la misma Universidad (1996). Premio a la Investigación Científica, Universidad de Caldas, (1997). Primer Puesto en Investigación Universitaria, Concurso Departamento de Caldas-Instituto Caldense de Cultura (2000). Primer Puesto Categoría de Ensayo Nuevos Juegos Florales, Manizales, (1993 y 1995). Miembro Fundador de la Academia Caldense de Historia, Socio Fundador del Museo de Arte de Caldas, Miembro de la Junta Directiva de la Orquesta de Cámara de Caldas. Orden del Duende Ecológico (2008).
* OCTAVIO HERNÁNDEZ JIMÉNEZ ha publicado las siguientes obras: Geografía dialectal (1984), Funerales de Don Quijote (1987 y 2002), Camino Real de Occidente ( (1988), La Explotación del Volcán (1991), Cartas a Celina (1995), De Supersticiones y otras yerbas (1996), El Paladar de los caldenses (2000 y 2006), Nueve Noches en un amanecer (2001), Del dicho al hecho: sobre el habla cotidiana en Caldas (2001 y 2003), El Español en la alborada del siglo XXI (2002), Los caminos de la sangre (2011), Apía, tierra de la tarde (2011). Su ensayo “El Quijote en Colombia” hace parte de la Gran Enciclopedia Cervantina, de Carlos Alvar (2006).
* “El humanista Octavio Hernández Jiménez contribuye a la afirmación de la cultura popular en Caldas. Él, con ese orgullo caldense que siempre expresa en sus escritos, se ha empeñado en divulgar el folclor regional, pensando siempre en afirmar la identidad y autenticidad de la cultura caldense en el marco y relaciones con la cultura popular colombiana. El humanista caldense tiene una fuerza cultural muy significativa en el conocimiento y cultivo del folclor y en los aspectos diversos de la cultura popular que reflejan la esencia del alma colombiana. Octavio Hernández en su obra transmite la idea de que es necesario fortalecer en los caldenses la conciencia regional y nacional como pueblo de grandes valores y atributos” (Javier Ocampo López, miembro de la Academia Colombiana de la Lengua y de la Academia Colombia de Historia, en el texto “Octavio Hernández Jiménez, el humanista de la caldensidad”, 2001).
Título: Orden del Duende Ecológico.
“República de Colombia/ Alcaldía Municipal San José Caldas/ Nit. 810001998-8/ II Fiestas de Mitos y Leyendas. Resolución Nro 093-08 Octubre 09 de 2008. Por medio de la cual se otorga la Orden del Duende Ecológico. El Alcalde Municipal de San José Caldas, en ejercicio de sus facultades Constitucionales y, CONSIDERANDO: Que mediante el Acuerdo Municipal número 216 de 2008, se creó la Orden Del Duende Ecológico, máxima condecoración que el Alcalde Municipal concede a sus ciudadanos más destacados. Que es deber de esta Administración exaltar las cualidades y virtudes de una Persona Ilustre del Municipio que con su actuar ha dejado en alto el nombre del Municipio. Que el Doctor Octavio Hernández Jiménez es reconocido como un señor íntegro en medio de sus labores misionales, amante de la tradición y cultura propias de nuestra región, las cuales da a conocer como embajador de nuestro municipio a nivel regional y nacional. Que el Doctor Octavio Hernández Jiménez se ha destacado como un insigne señor, cívico por excelencia, colaborador incansable; se ha hecho presente en el desarrollo de importantes programas que han impulsado el progreso de nuestro Municipio, difundiendo ejemplo para presentes y futuras generaciones. Que el Doctor Octavio Hernández Jiménez se ha destacado en el estudio de la influencia de los mitos y leyendas y su divulgación dentro del Municipio de San José Caldas. Que según estudios realizados por el Doctor Octavio Hernández Jiménez, dentro de la historia del municipio se creó la figura del Duende Ecológico para preservar las aguas, nombre que hoy recibe la presente Orden. En mérito de lo expuesto, RESUELVE: Artículo Primero: Otorgar la Orden Duende Ecológico al Doctor Octavio Hernández Jiménez. Artículo Segundo: Exaltar las cualidades de tan ilustre personaje, quien con su excelente desempeño ha dejado un gran legado en el arte de escribir y en la conservación del patrimonio cultural. Artículo Tercero: Hacerle entrega de una placa al Doctor Octavio Hernández Jiménez, en acto público a realizarse el día 09 de octubre de 2008. Artículo Cuarto: Copa de la presente resolución será entregada en nota de estilo al Doctor Octavio Hernández Jiménez, en dicho acto. Comuníquese y cúmplase. Expedida en San José Caldas, a los nueve (09) días del mes de octubre del año dos mil ocho (2008). Daniel Ancízar Henao Castaño, Alcalde Municipal”.
octaviohernandezj@espaciosvecinos.com
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