JORGE ORTIZ COMO MAESTRO

 

Octavio Hernández Jiménez

 

Maestro y profesor son palabras sinónimas pero con matices distintos en su significado. Los profesores tienen alumnos y los maestros tienen discípulos. El discípulo sigue al maestro con una pasión desconocida para los alumnos. Jorge Ortiz como pintor ha contado con alumnos como cuando organizó un taller de pintura en Teusaquillo, en Bogotá. Con sus alumnos pintó retratos, hizo figuras de yeso y muchos bocetos. Sansebastianes, sanjorges pues para que pintara figuras en distintas poses, Enrique Grau le regaló “La Vida de todos los santos” en que aparecían cuerpos heridos, cuerpos muertos, cuerpos sensuales. Santos con paisajes surrealistas al estilo Dalí. El surrealismo fue su vocación antes de que se dedicara a observar e interpretar el paisaje arisco del departamento de Caldas, su tierra natal. Es lo que ha bautizado como Proyecto Cordillera. Ahora, en su estudio, en un edificio de paredes de piedra, pinta ante la mirada lela, los juegos y los gritos de sus tres hijos menores. Los dos varones, Santiago y Simón, son sus más tiernos discípulos: cogen los pinceles y expresan sus inquietudes. No lo hacen mal. Hijos de tigre salen pintados.

 

 

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Comentarios: 1
  • #1

    diego lopez franco (martes, 29 diciembre 2015 22:59)

    cordial saludo que rico saludarte nadie meda pistas mi correo es diegolopezfranco1arr0bahotmail.com el computador no me responnde si se acuerda de ,mi comunquemonos