¡QUE VIVAN LAS FIESTAS DE LA VIRGEN DEL CARMEN!

 

Las fiestas patronales son la ocasión máxima que tiene una comunidad para manifestar, ante propios y extraños, creencias,  devociones,  valores, ideales, sueños, capacidades, el grado de unidad y convocatoria que se da en las actividades previas para conseguir fondos, el número de vecinos que asisten, los que se comprometen para cargar la Imagen, las insignias, los recursos a que echan mano, como los artesanos locales que buscan lucirse en la elaboración detallada de alegorías, altares, banderas, pabellones, avisos, pólvora y hasta comidas. Se multiplican, a través de los años, las situaciones en que, como en el caso del socorrido recurso de niñas y niños vestidos de ángeles y la pólvora que transporta al pueblo a la dimensión de la ensoñación, se pierden las fronteras entre  la fantasía y la realidad. Reina la esperanza y la alegría. Son señales de una identidad social revitalizada que una comunidad jamás podrá permitir que acaben con ella.

 

 

(Fotografías de Octavio Hernández J.)

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