PLATILLOS PARA UNA NAVIDAD EN CALDAS

 

Navidad es tiempo de repetir, en casa, los famosos dulces de la abuela. Dulces de papaya verde, de papayuelo o tapaculo, tan escaso ya en las huertas caldenses, de brevas caladas con rebanada de queso a un lado, de moras, de cáscaras de limón o de la infaltable guayaba; las frutas que más abundaban en las espaciosas huertas de las viejas casas. Se servían a la familia o a las visitas, con un vaso de leche, a la hora del algo o se mandaba a los muchachos a que llevaran la pruebita a la demás familia o a los vecinos. Era una tarjeta gastronómica de Navidad. 

 

(Fotografías de Octavio Hernández J.)

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