EL PARTENÓN PARA UN LEGO

 

La  roca de la Acropolis desde donde se domina a Atenas, el puerto del Pireo sobre el Egeo y sus alrededores, para la cultura occidental representa un faro de luz aunque no todo lo mejor de Grecia se haya fraguado en esos recintos. Lo más admirado es el ideal estético con que fueron concebidos. Todas sus proporciones son armónicas. Hoy en día, abarca un conjunto de edificios en ruinas, hechos en mármol que, hace más de 2.000 años, funcionaron como templo de Atenea, la diosa de la sabiduría, en cuyo honor bautizaron la ciudad. El Propileos se encuentra a la llegada y es el lugar en donde la multitud de toda procedencia se apretuja por ascender a la cumbre. El edificio de Atenea Nike, con las Cariátides que son columnas con figuras femeninas, se levantó en honor de diosa en su faceta Victoriosa. Las cariátides originales se pueden admirar en el Museo de la Acrópolis construido al pie de la montaña. La construcción que subyuga más a la sensibilidad humana es el Partenón que, desde hace años, está en proceso de restauración y no se sabe cuánto  tiempo y dinero más pretenderán invertir. Los colores más blancos del mármol corresponde a los nuevos injertos. La parte trasera es la que está en mejor estado. Construyeron un tren de pequeño recorrido para transpotar los bloques de mármol. Desde arriba se divisan dos teatros al aire libre: el Odeón y el de Dionisio. Una gratísima experiencia se vive cuando, desde el restaurante del Museo, se  almuerza quitando por momentos los ojos de los platos para deleitarse con  la  vista puesta en el Partenón.

 

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