“CALDAS ES UN JARDÍN”
Octavio Hernández Jiménez
Un día de 1996, el presidente Alfonso López Michelsen, hablando por televisión en una Fiesta del Campesino, se metió a divagar sobre la grata impresión que las casas campesinas del departamento de Caldas producían en los que viajaban por sus carreteras y las describía como viviendas alegres, coloridas, de corredores poblados de lujuriosos jardines.
No sé si el ánimo actual esté para sembrar tantas matas como lo hacían antes, pero en todo caso, en las vertientes en que se divide el departamento de Caldas, es común encontrar, en los interiores y corredores de los hogares, algunas de las siguientes matas:
Novios, geranios, porcelana, helechos, josefinas, margaritas, cartuchos, millonarias, besitos, begonias, glosinias, primaveras, cortejo, orquídeas, anturios, fucsias, balazo, cactus, cheflera, palmas, cuerno de venado, centavito, lágrimas de bebé, Zulia o zulinas, cinta, sábila, crisantemos, conservadoras, violetas, caladio, mirto, cebolleta, vara de San José.
Al aire libre, otras matas embellecen los exteriores de las casas de veredas y barrios populares:
Margaritones, rosas, azucenas, claveles, dalias, pensamientos, magnolia begonias, bellísima, veraneras, nardos, cheflera, azaleas, correo, lirios, navidad, astromelio, sanjoaquín, cortejos, agapantos, llamas, velitas, siemprevivas, cartuchos, aleluyas, alondra, besitos, crisantemos, guardaparque, violeta de los Alpes, alhelí, siete cureros, araucarias, ficus, pinos, batatilla, hortensia, jazmín de noche.
Factores como la composición de la tierra, el clima, la fauna anexa, la procedencia de los colonos, la estética popular, la tradición de los mayores y hasta elementos de raigambre religiosa, ha contribuido a la preferencia por el cultivo de ciertas especies vegetales.
El pueblo impone los nombres particulares para identificar a las plantas que le rodean. En los nombres populares juega papel preponderante la imaginación y, lingüísticamente, son tan respetables esas denominaciones como lo son para los científicos los nombres oficiales puestos generalmente en lenguas clásicas como el latín y el griego.
NORTE CALDENSE:
Salviarroja, mantodela virgen, corazónherido, orejeburro, espinadelredentor, prímula, velitas, camay, espantamoscos, garrasdeleón, caladio, amaranto, carbonero, granodeoro, ojodecristo.
OCCIDENTE CALDENSE:
Primavera, dólar, orgullo, sígueme, pompón, biflora, árboldelacruz, tulipán, auroras, extrañas, cerillas, riñón, murciélago, malamadre, deditos, carreburro, viuda, cuerodesapo, careperro.
ORIENTE CALDENSE:
Acacias, amaranto, bromelias, caladios, crotos, pajarito, cucharo, Jacinto, siempreviva, mirto, platanillo, rayitodeluz, capuchina, corazóndehombre, helechos, espicias, rayodeluna.
CENTRO-SUR CALDENSE:
Orejeburro, corazónherido, camay, pategallina, orégano, porcelana, trébol, llorona, rosinia, cuerodesapo, garradeleón, damadelanoche, corazóndejesús, rascadera, arrocito, felicidad, tigresa.
Por todas partes, se ven muchas de las anteriores pues las mujeres acostumbran intercambiar piecitos de matas fuera de que hay plantas endémicas. Cuidan amorosamente las matas de sus jardines como si se tratara de otros hijos.
No se pueden olvidar las flores de temporada y aquellas plantas que se ponen de moda como fue, en 2007, cuando se veía por todas partes, una planta verde, sin flores, llamada sancilicio o mirra, parecida a la altamisa pero sin olor. Aroma para unos y sancilicio para otros.
Pocos volvieron a referirse, en las altas esferas, a la belleza de las casas campesinas de gran parte del departamento de Caldas hasta cuando llegó la celebración del primer centenario de su creación, en el 2005 y años siguientes.
Doña María Teresa Londoño, esposa del gobernador, inauguró en el año de 2006, su proyecto “CALDAS ES UN JARDÍN”. No fue flor de un día. Continuó con su empeño hasta mediados del 2007, con el apoyo de Inficaldas y las secretarías de Agricultura y Desarrollo Económico. “Lo primordial es mejorar el entorno de los pueblos de Caldas para ofrecerles un ambiente más agradable a quienes viven allí. Además, se hace pensando en el turismo. Muchos pueblos de Caldas tienen unas localidades tan exclusivas que no tienen las casas de otros departamentos”, dijo doña María Teresa.
Hasta junio de 2007, el proyecto había avanzado en San José de Caldas, Belalcázar, Anserma, Pácora, Neira, Filadelfia, Marulanda, Salamina y La Merced, localidades en donde la primera dama ofreció y entregó 4.000 plantas de jardín, la mayoría en canastas de alambre, florecidas, cuyo precio comercial era de 3.000 pesos o sea de un dólar y medio (dólar a 2.000 pesos).
Vendieron matas pero también el proyecto incluía charlas encabezadas por la primera dama, las autoridades de cada municipio y los habitantes, en un sitio concurrido del pueblo para que profesionales explicaran las mejores formas para cuidar lo que sembraban con tanto amor. Las primeras damas se encargarían del proyecto a nivel de cada municipio.
El proyecto de doña María Teresa continuó en Villamaría, Palestina y Chinchiná. No hubo presupuesto para ir más allá.
Los días 27, 28 y 29 de julio de 2014, se llevó a cabo, en el Recinto del Pensamiento, en Manizales, la XXX Exposición Nacional Estándar de Flores. Derroche de cuidados, sorpresas, creatividad, imaginación, estética y buen gusto.
Pero, para la historia, la heráldica y el simbolismo de este departamento, ese acontecimiento tiene el valor de que en esa ocasión la administración departamental dio a conocer al público el decreto por medio del cual se declaraba a la flor de la Josefina como la Flor Emblemática de Caldas.
Yo no tuve que ver con los trámites para tomar esa determinación pero la acompañé entusiasmado. Apenas leí la noticia se vino a mi memoria el recuerdo de mi mamá, Rosamaría Jiménez, a quien familiarmente le decíamos Rosamarilla.
A ella le encantaba la aristocrática flor de la josefina. En su jardín siempre tuvo varias canastas con josefinas que se bamboleaban, aunque la flor que más le gustaba era la glosinia. Tenía una colección de esta flor que se siembra por medio de un fragmento de un bulbo subterráneo parecido a una arracacha o una papa; la flor es una copa aterciopelada. Para que prendan las señoras siembran las glosinias en las más diversas vasijas sin excluir las bacinillas desportilladas.
Pero, volviendo a la flor emblemática de Caldas, hay que recordar que la josefina es una clase de orquídea que se desparrama por toda la vasija y el aire llamando la atención de quienes pasan junto a ella. Es una flor de mostrar que alcanza el milagro del ensimismamiento de quienes la contemplan.
Los caldenses estamos orgullosos por la flor regional y la guadua que de acuerdo con el decreto 1166 de octubre 20 de 1983, fue declarada Árbol Insignia del Departamento de Caldas.
En el caso de la guadua no solo se tuvieron en cuento aspectos estéticos y su abundancia en las cuencas de ríos y quebradas sino el hecho de que se constituyó en un fenómeno arquitectónico y social pues esos largos tallos estuvieron presentes en la gesta gloriosa de la colonización. Nuestros pueblos, caseríos y casas campesinas, son la apoteosis de la guadua que, pasado más de un siglo, sigue vigente.
OCTAVIO HERNÁNDEZ JIMÉNEZ
(San José de Caldas, 1944), bachiller del Colegio Santo Tomás de Aquino de Apía (1962) y luego profesor del mismo centro educativo. Profesor de la Universidad de Cundinamarca (1974-1975). Profesor Titular y Profesor Distinguido de la Universidad de Caldas, en Manizales (1976-2001). Primer decano de la Facultad de Artes y Humanidades (1996-1999) y Vicerrector Académico (E.) de la misma Universidad (1996). Premio a la Investigación Científica, Universidad de Caldas, (1997). Primer Puesto en Investigación Universitaria, Concurso Departamento de Caldas-Instituto Caldense de Cultura (2000). Primer Puesto Categoría de Ensayo Nuevos Juegos Florales, Manizales, (1993 y 1995). Miembro Fundador de la Academia Caldense de Historia, Socio Fundador del Museo de Arte de Caldas, Miembro de la Junta Directiva de la Orquesta de Cámara de Caldas. Orden del Duende Ecológico (2008).
* OCTAVIO HERNÁNDEZ JIMÉNEZ ha publicado las siguientes obras: Geografía dialectal (1984), Funerales de Don Quijote (1987 y 2002), Camino Real de Occidente ( (1988), La Explotación del Volcán (1991), Cartas a Celina (1995), De Supersticiones y otras yerbas (1996), El Paladar de los caldenses (2000 y 2006), Nueve Noches en un amanecer (2001), Del dicho al hecho: sobre el habla cotidiana en Caldas (2001 y 2003), El Español en la alborada del siglo XXI (2002), Los caminos de la sangre (2011), Apía, tierra de la tarde (2011). Su ensayo “El Quijote en Colombia” hace parte de la Gran Enciclopedia Cervantina, de Carlos Alvar (2006).
* “El humanista Octavio Hernández Jiménez contribuye a la afirmación de la cultura popular en Caldas. Él, con ese orgullo caldense que siempre expresa en sus escritos, se ha empeñado en divulgar el folclor regional, pensando siempre en afirmar la identidad y autenticidad de la cultura caldense en el marco y relaciones con la cultura popular colombiana. El humanista caldense tiene una fuerza cultural muy significativa en el conocimiento y cultivo del folclor y en los aspectos diversos de la cultura popular que reflejan la esencia del alma colombiana. Octavio Hernández en su obra transmite la idea de que es necesario fortalecer en los caldenses la conciencia regional y nacional como pueblo de grandes valores y atributos” (Javier Ocampo López, miembro de la Academia Colombiana de la Lengua y de la Academia Colombia de Historia, en el texto “Octavio Hernández Jiménez, el humanista de la caldensidad”, 2001).
Título: Orden del Duende Ecológico.
“República de Colombia/ Alcaldía Municipal San José Caldas/ Nit. 810001998-8/ II Fiestas de Mitos y Leyendas. Resolución Nro 093-08 Octubre 09 de 2008. Por medio de la cual se otorga la Orden del Duende Ecológico. El Alcalde Municipal de San José Caldas, en ejercicio de sus facultades Constitucionales y, CONSIDERANDO: Que mediante el Acuerdo Municipal número 216 de 2008, se creó la Orden Del Duende Ecológico, máxima condecoración que el Alcalde Municipal concede a sus ciudadanos más destacados. Que es deber de esta Administración exaltar las cualidades y virtudes de una Persona Ilustre del Municipio que con su actuar ha dejado en alto el nombre del Municipio. Que el Doctor Octavio Hernández Jiménez es reconocido como un señor íntegro en medio de sus labores misionales, amante de la tradición y cultura propias de nuestra región, las cuales da a conocer como embajador de nuestro municipio a nivel regional y nacional. Que el Doctor Octavio Hernández Jiménez se ha destacado como un insigne señor, cívico por excelencia, colaborador incansable; se ha hecho presente en el desarrollo de importantes programas que han impulsado el progreso de nuestro Municipio, difundiendo ejemplo para presentes y futuras generaciones. Que el Doctor Octavio Hernández Jiménez se ha destacado en el estudio de la influencia de los mitos y leyendas y su divulgación dentro del Municipio de San José Caldas. Que según estudios realizados por el Doctor Octavio Hernández Jiménez, dentro de la historia del municipio se creó la figura del Duende Ecológico para preservar las aguas, nombre que hoy recibe la presente Orden. En mérito de lo expuesto, RESUELVE: Artículo Primero: Otorgar la Orden Duende Ecológico al Doctor Octavio Hernández Jiménez. Artículo Segundo: Exaltar las cualidades de tan ilustre personaje, quien con su excelente desempeño ha dejado un gran legado en el arte de escribir y en la conservación del patrimonio cultural. Artículo Tercero: Hacerle entrega de una placa al Doctor Octavio Hernández Jiménez, en acto público a realizarse el día 09 de octubre de 2008. Artículo Cuarto: Copa de la presente resolución será entregada en nota de estilo al Doctor Octavio Hernández Jiménez, en dicho acto. Comuníquese y cúmplase. Expedida en San José Caldas, a los nueve (09) días del mes de octubre del año dos mil ocho (2008). Daniel Ancízar Henao Castaño, Alcalde Municipal”.
octaviohernandezj@espaciosvecinos.com
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