“DE REGRESO A ÍTACA” POR FRANCISCO JAVIER LÓPEZ NARANJO


 

Carta


Manizales, 15 de agosto de 2014

 

Estimado Francisco Javier López Naranjo:

 

Leía “La lección del Maestro”, de Henry James (1843-1916), en donde relata un diálogo en el que Paul comenta a George: “…Nunca he conocido a nadie así. Su interés por la literatura es conmovedor; la toma muy en serio. Siente las artes y quiere sentirlas más. ¿Algo puede ser tan espléndido como se lo imagina?” Y, debido a que antes de esta obra, había estado leyendo muy despacio el texto “De regreso a Ítaca”, pensé que el célebre pensador estaba hablando de Usted.

 

En el caso suyo, Ítaca no es territorio griego ni se identifica geográficamente con Apía. Usted no necesita regresar a su isla dado que, de cuerpo y alma, solo por breves temporadas, ha salido de ese espacio. Apía ha sido una geografía no solo física sino espiritual constante.

 

Bajo la denominación de este volumen, Ítaca representa una etapa recorrida por Usted como comentarista, colaborador de El Cóndor, además del poeta que se reveló en ese bello título de evocaciones teresianas “Arda Mi Llama”.    

 

Es una mirada de águila que se detiene en una tierra, unas situaciones, unas circunstancias, unos instantes que, si el autor no se preocupa por hacerlo, se sumergen en el olvido profundo.

 

En este empeño, Usted, Francisco Javier, ha tenido el apoyo de varias administraciones como fue la de Pedro Raigosa cuando, en compañía de Hernando Taborda Muñetón, sacaron a flote textos como los de Gersaín Restrepo, Gerardo Díaz, Gerardo Naranjo, Luis Bernardo Galeano, Alboín Gómez, fuera de los aportes  narrativos de los recopiladores en el área de la mitología regional.

 

En esta ocasión, el Señor Alcalde, Héctor Mario Rendón Ramírez, dio el visto bueno para que se pudiera editar la reciente compilación, “De regreso a Ítaca”. Las ilustraciones de Julián Andrés Zuleta son de gran impacto. Se caracterizan por la síntesis propia de los maestros del dibujo y la plumilla. También es de destacar el aporte de Gustavo Álvarez  Rosa-de-hierro (juego de palabras nacido de su apellido Ferrerosa).

 

Para que cada página de esta obra, y esperamos que de muchas otras más, lleguen a un público lector se ha recurrido a un enjambre de personas que, con espíritu cívico, han aportado el polen de su entusiasmo, de su trabajo, de una coordinación admirable, elementos primordiales de la identidad apiana.

 

Por un compromiso adquirido hace meses, viajo al Encuentro de la Palabra, evento cultural que se realiza en Riosucio (Caldas) y que coincide con la presentación de su obra, estimado Pacho, en Apía.

 

Por lo anterior, no tengo la oportunidad de asistir, de cuerpo presente, al lanzamiento de su volumen que, después de leerlo y releerlo, por estos días, me ha dejado la impresión de que se trata de una lección de ética, orgullo y dignidad que Usted insiste en inculcar entre nuestros paisanos. Como le dice un contertulio a otro al final de la obra de Henry James: “Usted se ha propuesto presentar una obra realmente buena”.

 

De todo corazón,

 

Octavio Hernández Jiménez

 

Palabras de Pacho López en el lanzamiento del libro "De regreso a Ítaca"


Apía, 15 de agosto de 2014

 

Señor alcalde, Héctor Mario Rendón Ramírez e integrantes de la Administración Municipal de Apía, señores de la Mesa Principal, apreciados familiares, coterráneos, amigos y asistentes:

 

Un día, este viejo lobo de mar, este navegante en los crepúsculos de la poesía, luego de atracar en 10 puertos: mis 10 libros publicados, quiso, como Ulises, el héroe griego, retornar a su patria Ítaca, a sus raíces, y este nuevo libro, o parto literario, que hoy ve la luz pública: "De regreso a Ítaca", da testimonio de ello.

 

Desde niño sentí el anhelo de ser marinero; y, en verdad,  que lo he sido en los océanos de la literatura, donde he naufragado en reiteradas ocasiones, y donde casi me he ahogado. Pero gracias a mi persistente musa y a los amigos que me han ayudado en este navegar, que ha sido rico en experiencias, como el de Ulises o el de Maqroll, el gaviero, célebre personaje del poeta Álvaro Mutis, hoy pongo a consideración de ustedes: "De regreso a Ítaca", que espero no sea un naufragio, sino un puerto más, tal vez el último, en mi navegar por la existencia. Y digo que tal vez el último porque cansado de escribir, publicar y de vender mis libros, con todos los sacrificios y penurias que esto implica, había pensado que "De regreso a Ítaca" fuera una obra póstuma, por si alguien la quisiera publicar después de mi muerte. Pero mi musa me motivó a dar a conocer esta obra en vida, con la intención de agradecerle infinitamente a mi pueblo Apía, a mi familia y a mi colegio Santo Tomás.

 

Porque tuve la fortuna de nacer en un pueblo macondiano enclavado en la Cordillera occidental y en el Paisaje cultural cafetero, donde suceden cosas tan mágicas, tan maravillosas, como esta: es la primera vez en la historia de Apía, y quizás de Colombia, que, gracias al apoyo decidido de un alcalde, un escritor de la región, Iván Darío Henao Ruiz, está cultivando, con éxito, en instituciones educativas del municipio, semilleros de lectores, declamadores, escritores y poetas, conservando así esa famosa tradición literaria de nuestro "Corazón del viento".

 

Ya con este libro la Administración Municipal de Apía, en cabeza de Héctor Mario Rendón Ramírez, completa dos publicaciones de autores apianos, la primera fue "Flores de otoño", de mi amigo el poeta Juan Hely Morales Bedoya, cuyo lanzamiento fue en las fiestas aniversarias del año pasado. Todo gracias al reconocido muy buen manejo de las finanzas del municipio y a la capacidad de gestión del señor alcalde , que se han reflejado no solo en valiosas obras de infraestructura sino también en un apoyo decidido al arte, como parte de su política de conservación del patrimonio cultural. 

 

El señor alcalde ha querido apostarle a la literatura; y, en verdad, que es una buena inversión. Escribía el gran maestro y escritor español Marcelino Menéndez Pelayo: "La posteridad recuerda a los grandes escritores con preferencia a los legisladores y a los guerreros, y agradece más el legado de un Homero o de un Platón que el de Solón o Alejandro". Y Voltaire expresaba que quien no quiera perder su confianza en lo humano tiene que valorar las épocas por las conquistas del espíritu creador, por su capacidad de crear belleza y armonía. Es por ello que se afirma que nuestro Nobel de literatura, Gabriel García Márquez, es uno de los compatriotas que más ha universalizado el nombre de Colombia.

 

Es posible que en nuestros semilleros literarios se esté forjando un gran poeta; y, ¿ por qué no?,un Nobel que le dé más gloria al nombre de Apía, o un escritor que con sus libros ayude al progreso material, social, artístico o espiritual, en este mundo tan convulsionado de la globalización y del tercer milenio.

 

Mientras tanto recordemos algunos escritores que han enaltecido y proyectado nuestro nombre, como Guillermo Agudelo Valencia, Alfredo López Velásquez, Gerardo Naranjo López, Aníbal Lenis Bermúdez, Gersaín Restrepo Agudelo, Juan Hely Morales Bedoya, Francisco Javier Alzate Vallejo, Octavio Hernández Jiménez, quien fue declarado hijo de Apía por la presente administración municipal.

 

Y esperan otras obras literarias de nuestro terruño que ojalá algún día puedan ser publicadas, como el  libro de arriería, de Gersaín Restrepo Agudelo;  el de anécdotas de nuestra región, de José Fabio Alzate Vallejo, los poemas de Alboín Gómez Duque; la monumental, pero callada obra poética de Javier Castaño Marín, una continuación de las leyendas de Apía, una antología de la exhuberante tradición sonetística del municipio, que quedan como reto para futuras generaciones de escritores, sin contar los ricos filones literarios  y finas perlas poéticas que permanecen en el anonimato, porque aún no han sido descubiertas

 

Muchas gracias, Señor alcalde, a su gran equipo de trabajo, a Julián Alberto Morales Restrepo, coordinador de la Casa de la Cultura, por su apoyo para la publicacián de este libro, a mi familia, a todos las que me han ayudado en mis navegares literarios; y, principalmente, al Supremo Artista del Universo, esencia de la poesía, que vibra de amor en nuestros corazones.

Que El les pague y los colme de bendiciones.

 

¡Muchas gracias!