LA HORA LLEGADA 

 

Octavio Hernández Jiménez 

 

Entidades y personas pronosticaron que el Eje Cafetero y otras regiones colombianas como Huila y Boyacá, alcanzarían el pico de la pandemia del covid-19, entre la última semana de octubre y la primera semana de noviembre de 2020. Luego se iniciaría, no un descenso como se supondría, sino una meseta interminable que podría llegar hasta enero de 2021, con la posibilidad de un nuevo rebrote del virus como consecuencia de las fiestas de navidad y año nuevo. “Yo no olvido al año viejo/ que me ha dejado cosas muy buenas…”. 

 

El martes 27 de octubre de 2020, el mundo tenía 43.140.173 contagios confirmados. El jueves 29, el mundo había subido a 44.052.388 contagios. Por su parte, Colombia tenía el martes 27, 1.025.052 contagios y el jueves 29, 1.041.935 contagios. Caldas presentó el fin de semana 1.211 casos nuevos de covid que para los epidemiólogos atentos a las estadísticas,  significaban que Caldas había llegado al pico de la pandemia (Óscar V. Mejía, 28 de octubre de 2020, p.5). No habían visto anochecer.  

 

Según el Ministerio de Salud, el martes 27 de octubre, Caldas registraba un total de 11.474 contagios, el jueves 29, 12.379, y el viernes 30 12.646 contagiados. Manizales, por su parte, el martes 27 de octubre, tenía 7.092, el jueves 29, 7.807, y el viernes 30, 8.000 contagiados.  

 

Contagios en las comunas de Manizales, el lunes 26 de octubre de 2020: Atardeceres: 733. San José: 169. Cumanday: 555. Estación: 459. Ciudadela del norte: 598. Comuna 12: 464. Ecoturismo: 623. Tesorito: 329. Palogrande: 132. Universitaria: 513. Fuente: 591. Macarena: 527. Rural: 225. 

 

Ahora sí, mucha gente a la que se veía tranquila se manifestó aterrada o no se asomó por parte alguna. En los 7 meses anteriores, casi nadie conocía a una persona que hubiera aparecido involucrada en la pandemia. En la última semana de octubre, muchas personas en Manizales y la mayoría de municipios caldenses manifestaban que conocían contagiados o algún allegado había caído en las telarañas de la infección o de la muerte. Inquietaba el silencio de las ambulancias y de las campanas. Ese silencio mortal fue una obra de caridad con la ciudadanía pues qué tal sería el pánico de las sirenas ululando en fila y de los campanarios rogando a muertos. 

 

Ya se hablaba de porcentajes en ocupación de camas para enfermos de covid-19, en hospitales de Caldas y clínicas de la ciudad. Nos aconsejaron: No se les ocurra pedir atención en una clínica privada porque se los comen vivos. 

 

En Caldas, la ocupación de Camas UCI (adultos) estuvo por un lapso largo, más bien sosegada: 20 de octubre, 60,09%. 21 de octubre, 61,36%. 22 de octubre: 62,73%. 23 de octubre: 62,73%. 24 de octubre, 62,73%. 25 de octubre, 59,55%. 26 de octubre, 57,14%. Y, de ahí, arrancaron los números a subir hasta alcanzar un pico, no se sabía cuándo. 

 

Las consignas en cuanto a las alertas hospitalarias eran las siguientes: Verde: hasta 54,9%. Amarilla: del 55% al 65%. Naranja: del 66% al 79%. Roja: del 80% en adelante. 

 

Así continuó la ocupación de camas UCI (adultos): 28 de octubre, 59,55%. 29 de octubre, 67,86%. 30 de octubre 65,63%. 31 de octubre, 66,52%. 1 de noviembre, 68,75%. 2 de noviembre, 70,75%.  

   

En el departamento de Risaralda llevaban un ritmo más acelerado que en Caldas. Total de contagiados, a 27 de octubre, 16.412; muertos: 378. Pereira: 10.287 contagios; Dosquebradas: 4.029; La Virginia: 693. Ocupación de las UCI: 74%. Tal vez estaban alcanzando el pico antes que en Caldas. Luego llegaría el turno de nosotros.   

 

Mientras la avalancha del Volcán Nevado del Ruiz, el 13 de noviembre de 1985, dejó 30.000 muertos entre Armero y Chinchiná, el covid-19, entre marzo y finales de octubre de 2020, llevaba 31.000 muertos, en Colombia. Las dos tragedias han entrado a las páginas indelebles de la historia no solo nacional sino mundial. 

 

Desde marzo, al principio de la pandemia, a esta semana de octubre cuando se vio que no hay plazo que no se cumpla, la Dirección Territorial de Salud elaboró un Plan de preparación y articulación de capacidades de respuestas de la red prestadora de servicios de salud de Caldas. En ese documento se presentaba una proyección de contagios y fallecimientos para el día 109 de la pandemia, entre junio y julio. Para esa época la capital caldense tendría 516 fallecidos y el departamento 1.178. Si los resultados, viendo la realidad a finales de octubre estaban desfasados era, seguramente, porque habían cambiado algunas variables de tiempo y modo pues, a finales de octubre de ese año, los contagios en Manizales eran 8.000 y los difuntos llegan a 95. Caldas no llegó, en ese mismo lapso, a los 1.178 contagios presagiados en ese Plan ya que, en octubre, sobrepasaba los 12.646 y los muertos en el departamento no eran 516, según lo predicho, sino 258 como estaban en la contabilidad real. 

 

¿Qué había sucedido para que no se acertara en ese pronóstico? Pues que, después de julio, se vio que en la región cafetera la afectación sería larga y de intensidad media. En la última semana de octubre de 2020, cuando ingresábamos a ese pico “osado y triste”, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, afirmó que el país “todavía está en la primera ola” y que “el aumento de casos se ha dado en zonas donde no había o las tasas eran muy bajas, como Manizales, Pereira, Armenia, Ibagué y Tunja. Estas ciudades han tenido un comportamiento ciudadano más estricto, la gente ha seguido las normas y, al haber tenido ese comportamiento, se generó un menor contagio, es decir, vienen un poco más atrás y esa es la razón por la que se viene dando de estmanera (El Tiempo, 30 de octubre de 2020, p.1.14).          

 

Se ha vuelto a recalcar el mayor envejecimiento de la población en el Eje Cafetero y que, aunque los de mayor edad han acatado las medidas preventivas habrá que mantenerlas pues, en tres o cuatro semanas más, es posible que se eleven las cifras de infectados y de muertos.  

 

Lo que se venía llamando, en el Eje, ‘pico’ no fue tal. Sería más correcto decir que se subió a una meseta en la que llegaron a morir 155 personas en un día, con días totalmente anormales como que, en Manizales, el día 30 de octubre de 2020, aparecieron 524 contagiados de covid. Pero, no eran 'días anormales' sino que anunciaban una nueva realidad.

 

Llegó la hora de hablar, como decían los viejos, a calzón quitao: “El total de camas UCI, en hospitales y clínicas de Manizales, es de 224. El aumento de casos por coronavirus de los últimos días, en plena aceleración de contagios por la pandemia, tiene un aumento en la ocupación de esas camas para atención de confirmados y de sospechosos. Hay saturación en la Clínica San Marcel, por lo que los pacientes serán llevados al Hospital Santa Sofía y otros centros asistenciales de la ciudad. Hay congestión en atención del SES Hospital de Caldas para la cobertura en unidades de cuidado crítico y sala covid. Se inició un plan con el fin de distribuir usuarios en otras instituciones” (La Patria, 3 de noviembre de 2020, p.2). 

 

En Caldas, a 3 de noviembre de 2020, iban 14.780 contagiados y 295 muertos por covid-19; en Quindío, 7.507 infectados y 262 fallecidos; Risaralda, 18.017 contagiados y 415 vidas perdidas. Éramos el ejemplo de lo que han padecido, están padeciendo o van a padecer otras regiones del país. Estábamos parados en un territorio que jamás habíamos pisado y era deleznable. 

 

 

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