TOTEMISMO EN EL LENGUAJE (II)

 

Octavio Hernández Jiménez

 

Hablamos de totemismo en el lenguaje cuando una comunidad encuentra en plantas o animales de su medio algunas propiedades que eleva a la categoría verbal, utilizando por lo general el nombre de la especie o alguna característica que puede aplicar también al comportamiento humano.

 

Algunas expresiones totémicas están al alcance de buena parte de hablantes de la lengua española. Hay expresiones que son comunes a los dos lados del océano, en un conjunto de países, en un país, en una región de ese país. Ejemplos: parece un lirón (dormilón), mosca muerta (hipócrita), vuelto un tigre (furioso), no tengo con qué pagar las culebras (deudas), ombligado con cola de mico (travieso) y un pato bravo (sagaz o muy metido).

 

Así como hay algunas expresiones totémicas de uso general también las hay de uso restringido de acuerdo con el argot de un grupo social aislado que logra filtrarse a la sociedad abierta.

 

Pueden considerarse expresiones totémicas de origen animal, en el medio caldense, las siguientes:

 

SUSTANTIVOS TOTÉMICOS:

 

Fulano es muy perro, una perra (prostituta o borrachera); muy sapo (indiscreto al hablar); una zorra, una comadreja, un caballo (mujer grande), una yegua (estúpido), un burro o una mula (de entendederas cerradas), marrano (pendejo), un toro (bravucón), una chucha (alguien despreciable), un lagarto (intrigante en causa propia), chinche (cansón), gallinazo ( enamoradizo), caranga resucitada (arribista), un cirirí (vive sobre su contendor), una víbora (peligroso por la lengua), lora, cotorra o cacatúa (lenguaraz), un loro (individuo enviado para averiguar algo-. También un radio pequeño o ladrón al acecho mientras los demás actúan), un pato (se pega hasta para la corrida de un catre), una sardina (¡qué linda!), una gallina (miedoso), un gallo fino (alebrestado; en Cuba, que se enamora con frecuencia), pollo (adolescente), un pisco (colorado o un don Nadie), una rata (se roba hasta un mojado; ladrón de poca monta), zanahorio (ingenuo, inocentón), gorriones (los que se cuelan a un espectáculo sin pagar), una tatacoa (serpiente furibunda), un tití (muerto de la ira), una avispa (avispado), una tortuga (lento), cusumbo solo (quien pone en práctica aquel dicho según el cual es mejor solo que mal acompañado), bacalao (hombre adinerado), lechuza (alguien que duerme de día y sale de noche), chulo (cadáver de un N.N.), un gorila (guardaespaldas), una chicharra (colilla de marihuana), mosca (alerta, dinero), camello (trabajo aburridor), una teta (empleo fácil de realizar pero difícil de conseguir), gurre (vieja fea).

 

VERBOS TOTÉMICOS:

 

Muchos de los sustantivos anteriores dan origen a verbos totémicos (que no se pronuncian con la terminación castiza pero que suena afectada en “ear”), como: arañar (clavar las uñas con los dedos puestos en forma de araña), avisparse, gatiar, sapiar, pavonearse, gallinaciar, lagartiar, dar lora, chinchar (molestar), miquiar (moverse demasiado), gusaniar (esculcar), desplumar (arrebatarle hasta el último centavo a una persona), camellar (trabajar), foquiar (dormirse como una foca o puede venir de foco), patiarse (mirar sin ser invitado), darle en la calabaza (en la cabeza), en el mango (en el corazón), abejorriar (acariciar superficialmente).

 

DICHOS TOTÉMICOS:

 

Hacer conejo: estafar haciendo uso de curiosas artimañas.

 

Parece un curí: lleno de hijos, “como un maguey”.

 

Hacer vaca: recoger entre varios para adquirir algo en común.

 

Hacer el oso: hacer el ridículo.

 

Burrodioro: tapado de plata pero bruto (en tono despectivo).

 

Pichón de cura: seminarista.

 

Ojo de águila: alerta.

 

Sapo en tomatera: perplejo, confundido.

 

Póngase trucha: póngase pilas, alerta.

 

Abrir la atarraya: abrir la boca.

 

Se le fue la paloma: olvidó de repente.

 

Cuentan que un día un caballero (palabra totémica) iba por un camino y se encontró con una culebra e inmediatamente le abonó diez mil pesos.